7 de noviembre de 2007

LA FARAONA QUE FASCINÓ A HITLER



Este flechazo comienza el 6 de diciembre de 1912, en Armana (Egipto).

El arqueólogo alemán Ludwig Borchardt, en unas excavaciones que realizaba, encuentra tumbado boca abajo, un busto de yeso de Nefertiti, famosa por su belleza y reina de la dinastía XVIII, esposa real de Akenatón.

El busto acabó en Berlín y Egipto inició una larga serie de exigencias de devolución, casi se produce, pero a comienzos de los años 30, tras la llegada al poder de Adolf Hitler, este sentenció:

"Lo que está en manos de Alemania queda en Alemania".

Los planes de Hitler no tardaron en revelarse y a través del embajador alemán en Egipto, informó al gobierno egipcio que Hitler era un ferviente admirador de Nefertiti, y que tenía para ella un sitio de excepción en sus sueños de reconstruir Berlín.

El Führer, escribió a las autoridades egipcias diciéndoles:

"Lo he observado, maravillado, muchas veces y me deleita siempre.
Es una obra maestra única, un verdadero tesoro.
¿Sabe lo que voy a hacer algún día?
Voy a levantar un museo egipcio en Berlín. Sueño con ello.
Dentro de él contruiré una cámara coronada por una gran boveda y en el centro, estará Nefertiti.
Jamas renunciaré a ella"


Parece ser que las facciones arias, habían sido las que cautivaron a Hitler.

Todavía Egipto está luchando para que el busto, vuelva al lugar de donde nunca debió salir.

4 comentarios :

enrique DICE

Los nazis, en esa empenada mental que tenían, estaban fascinados por civilizaciones y culturas míticas, como los hiperbóreos, los arios, los egipcios y los tibetanos. Asi que no me extraña esa fascinación de Hitler por la faraona.
Interesantisima entrada, como siempre las tuyas.
Besos

Ana DICE

Veremos si consiguen que devuelvan a Nefertiti. Un beso.

Ray Rudilla DICE

La lástima fue que a ese macabro señor no le fascinaran, las libertades, el respeto al ser humano, la democracia en lugar de una pieza de museo.
Aunque no te deje comentarios, te sigo leyendo.
Besos cordiales

Ana DICE

Si Ray ese señor y sus locuras.
Gracias por seguir leyéndome, yo también te leo. Un beso.